Los medicamentos también matan

Mortalidad por sobredosis de medicamentos

Se acaba de publicar una pequeña reseña estadística sobre la mortalidad por sobredosis de medicamentos en USA. Durante 2010 se produjeron en ese país 22.134 muertes por sobredosis de medicamentos, la mayoría (74,3 %) de manera no intencional, un 17,1% por voluntad suicida y un 8,4% de forma no determinada. Como esa cifra en bruto no me decía mucho, he acudido al portal estadístico del sistema nacional de salud a ver lo que ocurría en España y tener una referencia más cercana. Utilizando los mismos códigos de la reseña americana como criterio de búsqueda para las causas de defunción, en nuestro país se produjeron en ese mismo año 691 fallecimientos, 463 (71,3%) de carácter no intencional; 219 (31,7%) por motivos suicidas y 9 (1,3%) por causas no precisadas.

Desconozco el grado de fiabilidad que pueden tener estos datos y las posibilidades de comparación de nuestro sistema de certificación de causas de defunción con respecto al americano, aunque entiendo que la atribución de una muerte a una sobredosificación medicamentosa es lo suficientemente singular y difícil como para que nadie (mucho menos un médico certificador) se la invente a la ligera, por lo que tiendo a creer que, tanto en España como en USA, más bien son todas las que están pero no están todas las que son. 

Sea como fuere, el caso es que haciendo caso a esos datos y descontando los suicidios, que aquí parecen proporcionalmente algo más frecuentes que en USA,  en España se producirían unos 9 fallecimientos semanales por sobredosificación medicamentosa involuntaria, lo cual me parece una cifra bastante elevada como para que nos pase tan desapercibida. Desde luego yo no era consciente de la misma. Comparativamente, en 2012 se produjeron unos 1.200 muertos por accidentes de tráfico (casi tres veces más que por los medicamentos) pero creo que habrá pocos españoles que no tengan conciencia de que el tráfico es un problema de salud pública. Cosa que me parece bien, por cierto, pero 9 fallecimientos semanales, en teoría, evitables también merecerían algo de atención.

En el estudio americano, los fármacos más frecuentemente involucrados en los fallecimientos por sobredosificación son los analgésicos opiáceos (implicados en el 75% de las muertes), seguidos a bastante distancia de las benzodiazepinas (en el 29,4% de  los casos), antidepresivos (17,6%) y antiepilépticos o antiparkinsonianos (7,8%). Aunque en la mayoría de las ocasiones hay más de un fármaco implicado, en aquellas muertes motivadas por la sobredosificación de un solo medicamento, siguen siendo los derivados opiáceos los principales agentes implicados.

No es difícil imaginar cuál es el perfil de pacientes que más se adapta a ese tipo de prescripciones, pacientes que tomen regularmente analgésicos opioides, solos o en combinación con benzodiazepinas, antidepresivos u otros psicotropos. Más aún teniendo en cuenta que la gran mayoría (el 73%) de estos fallecimientos se producen entre los 25 y los 54 años, al menos en España. Estoy convencido de que en muchos casos se tratará de personas con enfermedades terminales de tipo neoplásico y hasta, pensándolo, pensándolo, me entra la duda sobre el grado de involuntariedad que podría haber detrás de muchas de esas sobredosificaciones. Aunque líbrenme los cielos de hacer ningún juicio de valor sobre esta impresión, que no deja de ser una mera conjetura improvisada y banal.

Animo a alguien a que profundice en estos datos.