jueves, 20 de diciembre de 2012

El sexo no tiene edad

... o de como informamos a los pacientes

Me han quitado mi golosina...
En el reverso de una encuesta enviada para comprobar su grado de satisfacción con la asistencia recibida, un hombre de 77 años anotaba con renglón titubeante el siguiente comentario: estoy muy agradecido a todos porque me han tratado muy bien, pero lo peor es que me he operado de próstata y no me dijeron que después no iba a poder disfrutar del ‘seso’…”, dando a entender que si se lo hubieran advertido debidamente, corriendo se hubiera operado. La anécdota, absolutamente verídica, es interesante porque ilustra de forma sencilla y directa una contradicción que puede estar dándose en nuestro sistema sanitario, no sabemos en qué medida: proporcionar muy satisfactoriamente unos servicios que de saber sus consecuencias los pacientes dudarían si dejarse prestar o no.

Y todo esto tiene que ver, ni más ni menos, que con el derecho que los pacientes tienen –tenemos- a conocer toda la información sobre cualquier actuación en el ámbito de nuestra salud y a decidir libremente entre las opciones clínicas disponibles, derechos ambos reconocidos en la Leybásica 41/2002 reguladora de la autonomía del paciente y de los derechos yobligaciones en materia de información y documentación clínica. Obviamente en el caso que nos ocupa, los médicos y resto de profesionales, a los que nuestro paciente agradecía su atención, no le dijeron o no supieron transmitirle adecuadamente que una de las secuelas que puede aparecer con relativa frecuencia tras una prostatectomía es la impotencia sexual. También cabría la posibilidad de que no consideraran necesario insistir mucho sobre ese riesgo: total, 77 años, ¿le importan todavía esas licencias a alguien de esa edad…?

Sea como fuere, por omisión, falta de eficacia, descuido o por paternalismo indebido, el resultado fue el mismo: nuestro hombre, muy a su pesar, no se alegrará con una erección espontánea en lo que le quede de vida. No se pudo comprobar, las encuestas son anónimas, si al paciente le dieron e hicieron firmar el documento de consentimiento informado, documento en el que debe detallarse por escrito las principales características y  riesgos de los procedimientos o intervenciones a las que van a ser sometidos los pacientes y donde éstos dan su consentimiento mediante firma. Casi pondría la mano en el fuego a que sí lo hicieron, porque nuestros profesionales suelen cumplir con esta obligación, aunque no sea más que por evitar luego problemas ante posibles demandas. El dato no vendría sino a corroborar que este derecho a ser informado y consentir por escrito en determinados casos como el de las intervenciones quirúrgicas, igualmente recogido en la ley mencionada anteriormente, se está convirtiendo la mayoría de las veces en un mero trámite burocrático cuyo principal fin no es garantizar la autonomía de la voluntad de las personas, sino salvaguardar las formas legales. ¡Existen documentos de consentimiento informado para las ecografías prenatales!, procedimiento que no entraña ningún riesgo ni para el feto ni para la madre. Pero así, las madres se dan por enteradas que con esa técnica solo se puede detectar el 60 % de las anomalías fetales existentes. Por si las moscas…

La información es uno de los puntos débiles de nuestro sistema sanitario. Así lo reflejan los pacientes en las encuestas. Los médicos, por su parte, reclaman, no sin razón, más tiempo para poder informar adecuadamente y también más apoyo por parte de la administración ante los casos de demandas de pacientes. La sensación actual en estos casos  es la de estar en la más absoluta intemperie. Quizá se necesite también más formación, sobre todo en temas relacionados con las habilidades de comunicación de nuestros profesionales. La información es la calve de la relación médico-paciente y por tanto debe ser un tema prioritario en el que tenemos que trabajar todos para mejorar la calidad de nuestro sistema sanitario.  Y también, por supuesto, porque, como se ha visto, el sexo no tiene edad y, en el futuro, yo tampoco quisiera renunciar a esa dulce golosina sin previo aviso.

1 comentario:

  1. Felicidades por el blog! Que bueno poder leerlo al fin! ..que me he dado o me han dado un respiro en mis tareas diarias..

    Definitivamente la información adecuada y oportuna no tiene precio. Cuando tenemos un problema de salud lo que mas deseamos es tener todas las herramientas posibles de decisión y confianza en la atención a recibir. Por eso es una gran responsabilidad el estar al otro lado de la mesa , leer, informarse y tener toda la paciencia y habilidad para transmitir esa información al paciente ..claro esto parece que esta mas alla de nuestra "labor" cientifico tecnica ..pero olvidamos que antes que nada somos HUMANOS...

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